Eran ellos, por muy al margen que vivieran de «la gran serenidad que trae el rezo», quienes se habían erigido en redentores. Y precisamente en ninguna tarea inmediata desaguaban con más ahinco sus ansias redentoras que en la de velar por la pureza de la hermana y fiscalizar su conducta. Sobre ella ensayaban desde temprana edad la actitud autoritaria con ribetes de ternura que más tarde les parecería la adecuada para mantener incontaminada a su propia novia de las salpicaduras del coto masculino.
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VELARI.3 - Atender u ocuparse del estado o situación [de alguien o algo]