El día en que lo iban a matar, su madre creyó que él se había equivocado de fecha cuando lo vio vestido de blanco. "Le recordé que era lunes", me dijo. Pero él le explicó que se había vestido de pontifical por si tenía ocasión de besarle el anillo al obispo. Ella no dio ninguna muestra de interés. --Ni siquiera se bajará del buque --le dijo--. Echará una bendición de compromiso, como siempre, y se