El Chufas y el Gringo lo jalan, el Chufas ya le ha metido las dos manos bajo las axilas y lo jala hacia arriba: --Cómo vas a quedarte aquí, vámonos. El Gringo se enoja: --Yo estoy de guardia mañana, cabrón. Anda, vente, ya no estés chingando. --Oye tú, y ¿quién te mandó llamar? El que está chingando eres tú. Ahora sí el que se enoja es Pancho y del coraje