le habló del abuelo, de su amistad con Federico, le habló de antepasados ilustres, de fabulosos tesoros, de cierto medallón y cierta sortija. El abuelo era de estirpe de reyes y, mientras Miguel lo explicaba, el profesor asentía con ese leve movimiento de cabeza que se había hecho casi irritante por demasiado habitual, demasiado insistente. --¿Sabes lo que he soñado esta noche? He soñado que el abuelo se había quedado encerrado en un ascensor y que, en