suficiente con que llevara los botones del pijama mal abrochados o fuera descalzo al cuarto de baño o pronunciara entre dientes la blasfemia del abuelo. Una tarde en que la profirió con especial violencia, la sirvienta, hecha una fiera, le condujo a empujones al dormitorio y cerró la puerta con llave. Desde fuera gritó: «¡Castigado a no cenar, por decir barbaridades!». Sin embargo, a eso de las doce, entró en la habitación y dejó sobre la
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CONDUCIRI.3a - Dirigir [algo o a alguien], forzosamente o no, [a un lugar]