le papel y vasos de cartón del vecino Mc Donalds, residuos del tentempié con que los sufridos espectadores engañan su espera. La policía no ha venido aún a poner un poco de orden en la babélica confusión: las barreras metálicas que permiten canalizar al incesante desfile de peatones, separando a éstos de la masa obstructiva de los cinéfilos, siguen arrinconadas. Resultado: apretujón general, caldo de cultivo perfecto a la acción combinada de rateros y magreadores. El quiosco de periódicos cercano a