se nuestro héroe -¿no resulta algo ridículo llamarlo así cuando nos consta que en su vida actual no hay ningún hecho o rasgo que autorice a considerarlo heroico?- subraya con un lápiz rojo cuantas noticias, acaecimientos o mensajes atraen su atención: lo mismo la frase de un ministro o líder sindical que el gárrulo spleen de un cronista de sociedad o la carta de algún lector o lectora cachondos, en estado de elemental verriondez. A continuación -y también como
PAI:061.06
ATRAERI.2 - (fig.) Hacer [algo o alguien] que se dirija [la atención o mirada de alguien] sobre él