de frente a ese hijo-. Ya lo sabe usted. Las palabras han sonado llanamente, sin efectismo, pero en la mirada de esos ojos leales percibe Renato la hondura tranquila de un manantial muy transparente. Conmovido, él se entrega a su vez: -Tampoco sabe cómo le quiero yo, señora. -Hortensia --corrige ella sonriendo. -Gracias, Hortensia. Las dos miradas se abrazan, cómplices, en el aire. Ella suspira y sonríe: -¿
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ENTREGAR.2a - (Fig.) Dejar(se) dominar [por un determiando estado o sentimiento]