O no tanto. Pocas veces iba a verla, hablaba poco de ella. Estaba claro que la abuela ya no era necesaria, pero de todos modos era triste que desapareciera y se llevara consigo los alegres veranos del pasado. Cenó con ganas y siguió pensando en la muerte. «La ventaja es que llega cuando eres viejo --se dijo-- y no te enteras ya de lo que pasa alrededor.» Lo había oído muchas veces: «Para vivir así,