Acto seguido, aún con el corazón espantado, extrajo el llavero del bolsillo, seleccionó una llave con mano temblorosa, buscó el portal, la introdujo en su cerradura de una sola vez y se precipitó de bruces en el negro zaguán, como empujado por el peso del cansancio de su propio cuerpo. No te duermas. No te duermas. No te duermas. Soñó que extendía las manos para incorporarse. Levanta esos párpados. Caían. No duermas. Hizo tal esfuerzo
MIR:107.06
PRECIPITARI - Lanzar desde un lugar alto, acudir corriendo a un sitio