taxi el equipaje de Peter. Éste ya se encontraba sentado dentro del coche, en la parte delantera y miraba fijamente hacia adelante, hacia donde se hallaba el embarcadero con su cobertizo de madera y sus yedras mustias. Pronto el vehículo partió sin que el pintor volviera la cabeza en dirección al edificio. Tan sólo le hizo un gesto de despedida al padre de Betina con una de sus manos. Jano se preguntó una vez más --pero ahora la duda se la dirigía a