aunque no sin titubeos y vacilaciones, vencieron a la tentación que asalta a todas las revoluciones triunfantes y las acaba: resolver las querellas entre las facciones por la dictadura de un César revolucionario. Los mexicanos lograron evitar este peligro, sin caer en la anarquía o en la guerra intestina, gracias a un doble compromiso: la prohibición de reelegir a los presidentes cerró la puerta a los caudillos; la constitución de un partido que agrupa a los sindicatos obreros y a las organizaciones de
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CAERI.2 - (Fig.) Empezar a estar [en determinada situación o estado, generalmente negativos o poco deseables]