, pero exorcizados por esta vez, y la escena volvería a ser lo que fue: Una tranquila charla en su apartamento, un encuentro cargado de recuerdos, una nostalgia de viejos tiempos a la que el paso de los años le entregaba cada vez más a menudo con su consentimiento, un recuento con ella o con otros sujetos de melancolía, compañeros todos en un camino luego bifurcado, en cuyos gestos era ya visible el peso del paraíso perdido y el arqueo de los proyectos
MIR:105.26
ENTREGAR.2a - (Fig.) Dejar(se) dominar [por un determiando estado o sentimiento]