y la prodigalidad con que se emplean los fondos públicos. Un país al borde de la quiebra no puede permitirse excesos, y menos, distraer recursos en cuestiones que no conducen de forma inminente a desterrar su endemia. Pero basta echar una ojeada a los presupuestos debatidos esta semana en el Parlamento para comprobar hasta qué punto no están impregnados por un diagnóstico de alarma, sino, todo lo contrario, poseídos por una inercia sorda a la vez que ciega ante la agonía de
3VO:022-5.2-12
ECHARIII.2a - (Echar una mirada /ojeada/ un vistazo/ ojo locución) Mirar [alguien] [algo] de manera rápida y superficial