en la cabeza rellena de tradición. No quiero ver viejas pelucas rizadas de viejos jueces, la cara enharinada sobre la mugre. No quiero ver viejas señoritas con sombreros atravesados con un alfiler de oreja a oreja para que no se les vuele. ¡No quiero! Prefiero Africa. Mil veces Africa con sus gorilas evangélicos. Eso es, irme a evangelizar gorilas. --¡Dejala! Eso no es ella. En realidad, sus amistades la han trastornado... ¡