me Valère, de Jean Louis Dessailly, porque en otros tiempos, cuando Alex era en Francia el primer constructor de cosas bellas, se habían dado obras de Marivaux, de Moliè-re, de Lope, de García Lorca. Grandes actores se desplazaron, honrados por la sola invitación de Alex, para presentar Britannicus o L'avare, o Les fourberies de Scapin o Le malade imaginaire, trayendo en sus baúles pelucas blancas y corpiños ajustables, sedas y armiños, impertinentes y grandes sombreros