cerebro parcialmente plástico, como el de un mamífero o un ave, puede aprender, además, a ejecutar tareas no programadas, esto es, no determinadas por el genomo. Estamos programados no para pensar lo que pensamos, sino para aprender (y desaprender) a pensar. Dicho de otra manera, lo único que sabemos al nacer es cómo aprender; e incluso este saber se modifica a medida que aprendemos. Las nociones de conectividad variable y de función específica pueden dilucidarse como