al mundillo del espectáculo y que está sin empleo, o no habría aceptado un trabajo tan comprometido como el de suplantar a todo un Ministro. Es preciso que lo localice sin tardanza, pero ni sabría cómo hacerlo ni conviene que ande por ahí haciendome ver. De lo cual se desprende, lógicamente, que me tienes que ayudar. --No veo muy bien de dónde sacas tú esta conclusión --dijo Cándida. --En primer lugar, del hecho indiscutible de que