JAVIER.- ¡Ernesto! Marchate. Déjanos solos. ERNESTO.- Tú también te equivocas. Con ciertos individuos no se puede dialogar. ¡Hay que ponerles ante los tribunales sin dilación! JAVIER.- (Paciente.) Vete... (Profundamente irritado, Ernesto hace mutis por la izquierda. Javier y Juan quedan solos en escena.) JUAN.- Muy duro su abogado, ¿eh?, muy duro. Seguro que añora la pena de muerte