clase predeterminada, el niño domina la lengua generada por esta gramática» (Chomsky 1972, página 159; también Chomsky & Miller 1963, página 277, y Chomsky 1980, p. 134). Dicho más brevemente, los niños aprenderían su lengua materna de la manera como los físicos teóricos duchos eligen entre teorías rivales que compiten por un conjunto dado de datos empíricos. Nunca hasta ahora se había atribuido semejante competencia a los infantes humanos, que siempre habían sido tenidos por desvalidos